miércoles, octubre 29, 2008

Comunicad



MOVIMIENTO
SOCIALISTA BOLIVARIANO



 Colombia



Comunicado
de Prensa



Lunes,
octubre 27 de 2008



 



Rueda de Prensa
en Bogotá:







Movimiento
Socialista Bolivariano hizo su lanzamiento en la plaza de
Bolívar de Bogotá







Frente
al edificio del Congreso de la República de Colombia, el
Movimiento Socialista Bolivariano llevó a cabo el
lanzamiento Oficial







Por
inconvenientes insalvables de última hora, la rueda de prensa
convocada para el día 27 de octubre de 2008 a las 10:00 a.m.
en el salón Boyacá del Congreso de la República
tuvo que realizarse a la plaza de Bolívar.







Se hizo invitación a más
de treinta medios de comunicación de prensa escrita, radio y
televisión a través de correos electrónicos,
tarjetas y fax así como llamadas personales a periodistas de
dichos medios.







Esto no nos
impidió llevar a cabo la actividad, tras el éxito
rotundo en la ciudad de Caracas Venezuela el pasado 30 de septiembre
del presenta año. Contamos con la participación de los
compañeros:







José
Gabriel Ruiz Santamaría - Fernando Avendaño - Myriam
Pinilla Zapata - Myriam Ávila Rodríguez - Germán
Gustavo Rodríguez Valencia - Martha Stella Sánchez -
Marco Aurelio Díaz - Pedro Vargas Bottia - Néstor Raúl
Pita Botina - Jaime Dlazcar Ríos - José Ecceomo Gamba -
Orlando Ordóñez - José Alvira Motta - José
Orlando Zúñiga López - Ricardo Andrés
Monsalve.















Respecto al
cubrimiento de los medios de comunicación contamos con
nuestros compañeros del canal Notimex.




























El diario la
Opinión de la ciudad de Cúcuta resaltó el evento
el día 27 de octubre.







Queremos
resaltar en forma de protesta que el Capitolio Nacional si estaba
presto a recibir y atender a una delegación internacional pero
el Movimiento Socialista Bolivariano no fue atendido o no se le dio
la posibilidad de usar los recintos de nuestra propiedad, que por ser
Colombianos tenemos derecho a ellos.  







También
levantamos una voz de alerta por cuanto fue interferida la
comunicación vía celular que tuvo que mantenerse entre
los miembros del movimiento.















La
alfombra roja para la delegación Extranjera pero la calle para
el Movimiento Socialista Bolivariano.







M.S.B.
“Compromiso con la Humanidad ”



 







Abrazo
Fraternal
,



 



Hasta
La Victoria … Siempre Más Allá











 



David
Corredor Cuéllar



Coordinador
Nacional



Cel.
313 8 03 13 66



 






Calle
2 No. 7E – 17 Barrio Quinta Oriental  Tel. 5 77 04 32 
FAX 5 75 34 36


Cel.
313 8 03 13 66 – e-mail:
movimientobolivariano_co@yahoo.es


Cúcuta
Colombia






domingo, octubre 19, 2008

Autoorganizaci€  ón, autogestion, Autodeterminaci€  ón


Autoorganización,
autogestión, autodeterminación



x Iñaki Gil de San
Vicente



Gravemos a fuego estos
tres conceptos en nuestra práctica y en nuestra teoría
porque serán aún más decisivos en nuestro futuro
que lo que han sido en el pasado y lo son en el presente. Miremos por
donde miremos, todos los grandes y pequeños pasos que nuestro
pueblo ha ido dando desde, por poner una fecha, finales de 1950 han
estado directamente relacionados con la autoorganización, en
primer lugar, e inmediatamente después, con la autogestión
y la autodeterminación. Naturalmente, aquí empleo estos
conceptos desde y para una teoría antagónica a la
oficial, a la patriarcal, española y burguesa. Por
autoorganización se entiende la capacidad de la gente de crear
organizaciones y colectivos de defensa de sus intereses
independientes de los instrumentos de control directo e indirecto del
poder. Los oprimidos, quienes fueren, se organizan a sí
mismos, ellos se liberan a sí mismos. Esta auto-organización
ha sido y es una práctica muy asentada en nuestro pueblo.
Tanto bajo la dictadura franquista como bajo el sistema
antidemocrático actual, solamente la autoorganización
popular y social ha permitido a nuestro pueblo crear y dotarse de sus
propias e independientes organizaciones, movimientos, colectivos,
grupos, etc. Y una de las obsesiones de las fuerzas regionalistas,
estatutistas y estatalistas desde mediados de 1970 fue y es la de
integrar o destruir esta independencia organizativa. Conocemos de
sobra, por haberlas padecido desde hace dos décadas, la
inmensa masa de prohibiciones, presiones, intentos de ahogo económico
y legal, chantajes de todo tipo, etc., que han sufrido prácticamente
todas las prácticas de autoorganización, desde las
fiestas populares hasta los colectivos políticos.



Una de las virtudes de la
autoorganización es que lleva en su código genético
la necesidad de desarrollar la autogestión en todo lo que
organiza. La autogestión como proceso, desde la ayuda mutua
hasta el consejismo, pasando por la autoadministración, la
cooperación, el control obrero y popular, etc., sólo es
viable a la larga si, además de otras cuestiones, ha nacido y
crecido mediante la autoorganización de los colectivos
implicados en ella. Es muy difícil, por no decir imposible,
que la autogestión concreta o generalizada se sostenga sin la
experiencia crítica y creativa que genera la autoorganización,
sin ese vital espíritu de independencia frente al poder que le
caracteriza. La experiencia no solamente vasca sino mundial así
lo demuestra. Y del mismo modo en que el poder ha intentado e intenta
destruir o integrar la autoorganización, también hace
lo mismo contra la autogestión y sus diversas formas
particulares. La amarga experiencia del cooperativismo neutro e
interclasista es uno de tantos ejemplos. En
sentido general, la autogestión significa la capacidad de las
personas para administrar ellas mismas los colectivos que ellas
mismas han organizado. Una de las virtudes de la autogestión
es que lleva en su código genético la necesidad de
desarrollar la autodeterminación permanente del colectivo que
se autogestiona.
La autogestión se
caracteriza por la decidida voluntad de sus miembros para administrar
ellos mismos sus cosas, para no ceder su ejercicio de decisión
libre y consciente a un poder exterior y extraño. Nuestra
experiencia y la de todos los pueblos trabajadores que han luchado
por su liberación, muestra que la autogestión en su
sentido pleno y radical, socialista, y al margen de sus grados y
niveles concretos de plasmación y desarrollo, fluye
naturalmente hacia un proceso más amplio de autodeterminación
colectiva e individual. No puede ser de otro modo, ya que la
autodeteminación no es sino el nivel más consciente y
vital de la práctica de decidir por uno mismo, trátese
de un colectivo y/o de una persona, qué es lo que se está
auto-gestionando en el presente y por qué y cómo se va
a autogestionar permanentemente en el futuro, cuando se decida
democráticamente esa autodeterminación en su forma más
consecuente y lógica, la independencia nacional en un marco de
democracia socialista y de extinción del patriarcado. Vemos
que existe, pues, una relación dialéctica interna entre
la auotoorganización, la autogestión y la
autodeterminación. Es tan obvia e inocultable que también
la ven, la vio desde su mismo origen, el poder dominante.



Los esfuerzos de éste
por romper dicha relación dialéctica no vienen
únicamente del peligro insoportable que para sus intereses de
explotación y expoliación supone el proceso entero
sino, además, del hecho igualmente innegable que tal
dialéctica no es totalmente espontánea e invertebrada.
Por el contrario. Si algo ha enseñando la tremenda experiencia
colectiva acumulada desde el primer tercio del siglo XIX, cuando
apareció la lucha obrera y popular contra el capitalismo, es
la necesidad de que en el interior de la autorganización
exista una teoría práctica de la organización
emancipadora, de que en el interior de la autogestión exista
una teoría práctica de la gestión socialista y
de que en el interior de la autodeterminación exista una
teoría práctica de la determinación
independentista. Esta experiencia también se ha confirmado en
Euskal Herria. Definitivamente, como prueba del algodón, la
efectividad de dicha relación interna queda confirmada por la
desesperada insistencia que hacen las fuerzas represivas para
destruir a los colectivos organizados que están en permanente
dialéctica interna con la autoorganización, la
autogestión y la autodeterminación. Todas las doctrinas
represivas y contrainsurgentes, así como todas las teorías
revolucionarias, saben que cuanto más estrecha, ágil y
viva es la dialéctica entre la práctica organizada y la
autoorganizada, más débiles son los resultados últimos
de la represión en todas sus formas y maneras de plasmarse.



Pues bien, si debemos
grabar a fuego en nuestra praxis diaria los tres conceptos es porque
son básicos para, de un lado, derrotar a la represión
española desde una estrategia ofensiva, creativa y
constructiva, no retrocediendo al defensismo pasivo de la tortuga; de
otro lado, superar la reiterada traición del PNV-EA y volver a
tejer en las calles, fábricas, escuelas, las redes y los nudos
de la construcción soberanista vasca; además,
multiplicar las bases materiales de una Euskal Herria realmente
democrática, autocentrada y consciente de sus recursos y
necesidades para resistir a las fuerzas destructoras y disolventes
del capitalismo actual, caracterizado por llevar al extremo la
absorción de todo lo cualitativo, identitario y humano en la
máquina alienadora del mercado y del beneficio burgués;
y, último, aumentar la tan necesaria solidaridad
internacionalista con los pueblos que también se autoorganizan
para aumentar la autogestión de su vida y lograr su
autodeterminación ­su independencia­ en un mundo
sometido a la ciega y férrea uniformidad del imperialismo. A
simple vista, parece una salida desesperada, cuando en modo alguno es
así. Todo lo contrario. Tras decenios de lucha y
autoorganización en cuanto proceso que tiende a la
autodeterminación mediante la autogestión generalizada,
nuestro pueblo se ha dotado no sólo de colectivos enraizados
en nuestra identidad, sino también de una fértil praxis
popular autocrítica y consciente de la urgencia de masificar,
socializar, extender y ampliar la dialéctica entre la
organización y la autoorganización. Por eso venceremos.



viernes, octubre 10, 2008

 EU > Finanzas

LaRouche: ¡Son los derivados, estúpido!







9 de octubre de 2008


Los derivados financieros:


La bomba hiperinflacionaria que aplasta al sistema financiero internacional



9 de octubre de 2008 (LPAC).—



Lyndon LaRouche se mofó hoy del plan
de salvataje del Secretario del Tesoro Hank Paulson, y advirtió que
"Paulson y demás directores de bancos centrales han estado mintiendo
hasta la coronilla con relación a sus mentadas estafas de rescate que
cambian a cada rato.



El verdadero problema, del cual ninguno de ellos
quiere hablar, es la masa de obligaciones en derivados financieros, por
el orden de los miles de billones de dólares".





LaRouche se refirió a la burbuja de los derivados como la "bomba
hiperinflacionaria que aplasta al sistema financiero internacional", y
advirtió:


"Hasta que no cierren simplemente, todo el corretaje de
derivadas, borren de los libros del sistema financiero esas
obligaciones de casino, nomás se están engañando a si mismos".



LaRouche
declaró que "ya es hora de romper el silencio sobre los derivados.



El
verdadero factor hiperinflacionario en la situación, es el corretaje de
derivados sin reglamentación, apalancado hasta la locura.


Eso es lo que
nos está matando.


Ese es el gran delito de Alan Greenspan".





Según los datos más recientes, publicados el 30 de junio de este año
por el despacho del Contralor de la Moneda, las tres compañías
bancarias estadounidenses más grandes, JP Morgan Chase, Bank of America
y Citicorp, tienen contrados de derivados pendientes por un total de
$179.4 billones (es decir, millones de millones) de dólares.



Los tres
bancos juntos tienen un total de activos de menos de ¡$5.6 billones de
dólares!





Según el Banco de Pagos Internacionales, para el 31 de diciembre de
2007, el total de derivados no inscritos y negociados sumaban más de
$675 billones de dólares.



Sin embargo, de acuerdo al analista de Executive Intelligence Review,
John Hoefle, esas cifras autorizadas están muy subestimadas.



La
verdadera cifra, estima Hoefle, anda por encima de los miles de
millones de dólares.




LaRouche concluyó diciendo:


"A menos que se haga frente, y hasta que
no se haga, a esta burbuja de derivados, que no puede ni debe
rescatarse, nomás se están engañando a si mismos.


Ya es hora de que
Hank Paulson se trague la única medicina de veras:


la reorganización
por bancarrota de todo el sistema financiero basado en el dólar.




Y el
primer paso en cualquier reorganización de bancarrota sería la
eliminación de esos miles de billones de dólares en puras obligaciones
de apuestas de juego.



Sin esa acción, este planeta está condenado a una
era de tinieblas horrible, así como la era de tinieblas del siglo 14,
que siguió al derrumbe del sistema bancario lombardo".